¿No te has preguntado nunca por qué las hamburguesas de McDonalds, por ejemplo, saben a lo mismo en cualquier restaurante? La respuesta lógica es pensar, porque vienen de las mismas vacas.
¿Cuántas hamburguesas puede vender McDonalds al cabo del día? ¿Cuántas toneladas de kétchup puede servir Heinz? Y el sabor es el mismo. ¿Por qué? ¿Y Burguer King?
Todo comenzó con la creación de los restaurantes de comida rápida por parte de los hermanos McDonalds. Copiaron el sistema de John Ford para el montaje en cadena y lo trasladaron al mundo de la alimentación. Se enseñó a trabajadores mal cualificados y peor pagados a hacer cada uno una cosa concreta, con lo cual se simplificaba el sistema, uno ponía el pan, otro hacía hamburguesas, otro ponía la mostaza,... y todo con un método sistemático. Comenzó la comida rápida.
Se hicieron muy populares y los márgenes de beneficios a tan bajo coste subieron como la espuma, lo que los llevó a montar una franquicia que distribuiría restaurantes por todos Estados Unidos, y posteriormente por todo el mundo.
El problema comenzó cuando el abastecimiento de sus granjas de vacas comenzó a escasear y pronto tuvieron que ir comprando a otras granjas, pero la carne era distinta. Así McDonalds se convirtió en el mayor comprador de carne, manzanas, patatas, pan, ketchup,... de Estados Unidos, y las granjas y demás se frotaban las manos. McDonalds pidió que todos sus productos tenían que saber igual. Así que se modificaron genéticamente a las vacas, pollos, tomates,... para tener un determinado sabor y tamaño. Y ese sistema es el que tenemos hoy en día.: alimentos modificados. Así la biodiversidad se vió afectada en un par de décadas más que en los 100 años anteriores.
Todos los pollos pesaban prácticamente lo mismo, aumentaron el tamaño de las pechugas e hicieron que su carne fuese más blanca. Provocaron que crecieran a 1.5kilos en 28 días, mientras que antes no llegaban a ese peso, y su peso máximo se conseguía a los 70 días. Los pollos dejaron de ser un animal y pasaron a convertirse en alimento. Los pollos que hoy comemos no son pollos, son alimentos creados genéticamente, que forzósamente tienen que ser un ser vivo.
¿Qué tiene de malo crear alimentos transgénicos mayores para mejorar el rendimiento y aumentar la capacidad de alimentar a la población? No estamos comiendo alimentos de la misma calidad, pero sí podemos crearlos de mayor cantidad.
Bibliografía
